domingo, 15 de marzo de 2020

Maria Y Elisabeth Se Regocijan

Lucas 1:39–55 













39 En aquellos días, levantándose 
María, fue a la montaña con prisa, 
a una ciudad de Judá; 

40 y entró en casa de Zacarías 


y saludó a Elisabet. 

41 Y aconteció que cuando oyó 


Elisabet la salutación de María, 
la criatura saltó en su vientre; y 
Elisabet fue llena del Espíritu 
Santo 


42 y exclamó a gran voz y dijo: 

¡Bendita tú entre las mujeres, 
y bendito el fruto de tu vientre! 

43 ¿Por qué se me concede esto 


a mí, que la madre de mi Señor 
venga a mí? 

44 Porque he aquí, cuando llegó 


la voz de tu salutación a mis oídos, 
la criatura saltó de alegría en mi 
vientre. 


45 Y bienaventurada la que creyó, 
porque se cumplirán las cosas que 
le fueron dichas de parte del Señor. 

46 Entonces María dijo:Engrandece 


mi alma al Señor; 

47 y mi espíritu se regocija en 


Dios mi Salvador, 



48 porque ha mirado la humilde 
condición de su sierva;porque he 
aquí, desde ahora me dirán 
bienaventurada todas las 
generaciones, 

49 porque me ha hecho grandes 


cosas el Poderoso;y santo es 
su nombre. 

50 Y su misericordia es de 


generación en generación a 
los que le temen













51 Hizo proezas con su brazo;

esparció a los soberbios en el 
pensamiento de sus corazones. 

52 Quitó a los poderosos de los 


tronosy levantó a los humildes.  

53 A los hambrientos llenó de 


bienesy a los ricos los despidió 
vacíos. 












54 Socorrió a Israel, su siervo,

acordándose de la misericordia, 

55 de la cual habló a nuestros 


padres,a Abraham y a su 
descendencia para siempre.




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